domingo, 3 de agosto de 2008

El pan de Cristo


El Pan de Cristo


El siguiente es el relato verídico de un hombre llamado Víctor. Al cabo de meses de encontrarse sin trabajo, se vio obligado a recurrir a la mendicidad para sobrevivir, cosa que detestaba profundamente. Una fría tarde de invierno se encontraba en las inmediaciones de un club privado cuando observó a un hombre y su esposa que entraban al mismo. Víctor le pidió al hombre unas monedas para poder comprarse algo de comer.
—Lo siento, amigo, pero no tengo nada de cambio —replicó éste.
La mujer, que oyó la conversación, preguntó:
—¿Qué quería ese pobre hombre?
—Dinero para una comida. Dijo que tenía hambre —respondió su marido.
—¡Lorenzo, no podemos entrar a comer una comida suntuosa que no necesitamos y dejar a un hombre hambriento aquí afuera!
—¡Hoy en día hay un mendigo en cada esquina! Seguro que quiere el dinero para beber.
—¡Yo tengo un poco de cambio! Le daré algo.
Aunque Víctor estaba de espaldas a ellos, oyó todo lo que dijeron. Avergonzado, quería alejarse corriendo de allí, pero en ese momento oyó la amable voz de la mujer que le decía:
—Aquí tiene unas monedas. Consígase algo de comer. Aunque la situación está difícil, no pierda las esperanzas. En alguna parte hay un empleo para usted. Espero que pronto lo encuentre.
—¡Muchas gracias, señora! Me ha dado usted ocasión de comenzar de nuevo y me ha ayudado a cobrar ánimo. Jamás olvidaré su gentileza.
—Estará usted comiendo el pan de Cristo. Compártalo —dijo ella con una cálida sonrisa dirigida más bien a un hombre y no a un mendigo. Víctor sintió como si una descarga eléctrica le recorriera el cuerpo.
Encontró un lugar barato donde comer, gastó la mitad de lo que la señora le había dado y resolvió guardar lo que le sobraba para otro día. Comería el pan de Cristo dos días. Una vez más, aquella descarga eléctrica corrió por su interior. ¡El pan de Cristo!
—¡Un momento! —pensó—. No puedo guardarme el pan de Cristo solamente para mí mismo.
Le parecía estar escuchando el eco de un viejo himno que había aprendido en la escuela dominical. En ese momento pasó a su lado un anciano.
—Quizás ese pobre anciano tenga hambre —pensó—. Tengo que compartir el pan de Cristo.
—Oiga —exclamó Víctor—. ¿Le gustaría entrar y comerse una buena comida?
El viejo se dio vuelta y lo miró con descreimiento.
—¿Habla usted en serio, amigo?
El hombre no daba crédito a su buena fortuna hasta que se sentó a una mesa cubierta con un mantel y le pusieron delante un plato de guiso caliente. Durante la cena, Víctor notó que el hombre envolvía un pedazo de pan en su servilleta de papel.
—¿Está guardando un poco para mañana? —le preguntó.
—No, no. Es que hay un chico que conozco por donde suelo frecuentar. La ha pasado mal últimamente y estaba llorando cuando lo dejé. Tenía hambre. Le voy a llevar el pan.
El pan de Cristo. Recordó nuevamente las palabras de la mujer y tuvo la extraña sensación de que había un tercer Convidado sentado a aquella mesa. A lo lejos las campanas de una iglesia parecían entonar a sus oídos el viejo himno que le había sonado antes en la cabeza.
Los dos hombres llevaron el pan al niño hambriento, que comenzó a engullírselo. De golpe se detuvo y llamó a un perro, un perro perdido y asustado.
—Aquí tienes, perrito. Te doy la mitad —dijo el niño.
El pan de Cristo. Alcanzaría también para el hermano cuadrúpedo. San Francisco de Asís habría hecho lo mismo —pensó Víctor.
El niño había cambiado totalmente de semblante. Se puso de pie y comenzó a vender el periódico con entusiasmo.
—Hasta luego —dijo Víctor al viejo—. En alguna parte hay un empleo para usted. Pronto dará con él. No desespere. ¿Sabe? —su voz se tornó en un susurro—. Esto que hemos comido es el pan de Cristo. Una señora me lo dijo cuando me dio aquellas monedas para comprarlo. ¡El futuro nos deparará algo bueno!
Al alejarse el viejo, Víctor se dio vuelta y se encontró con el perro que le olfateaba la pierna. Se agachó para acariciarlo y descubrió que tenía un collar que llevaba grabado el nombre y la dirección de su dueño. Víctor recorrió el largo camino hasta la casa del dueño del perro y llamó a la puerta. Al salir éste y ver que había encontrado a su perro, se puso contentísimo.
De golpe la expresión de su rostro se tornó seria. Estaba por reprocharle a Víctor que seguramente había robado el perro para cobrar la recompensa, pero no lo hizo. Víctor ostentaba un cierto aire de dignidad que lo detuvo. En cambio dijo:
—En el periódico vespertino de ayer ofrecí una recompensa. ¡Aquí tiene!
Víctor miró el billete medio aturdido.
—No puedo aceptarlo —dijo quedamente—. Solo quería hacerle un bien al perro.
—Para mí lo que usted hizo vale mucho más que eso. ¿Le interesaría un empleo? Venga a mi oficina mañana. Me hace mucha falta una persona íntegra como usted.
Al volver a emprender Víctor la caminata por la avenida, aquel viejo himno que recordaba de su niñez volvió a sonarle en el alma. Se titulaba Parte el Pan de Vida....Las campanas del templo Posted: 02 Aug 2008 07:16 PM CDTEl templo había estado sobre una isla, dos millas mar adentro. Tenía un millar de campanas. Grandes y pequeñas campanas, labradas por los mejores artesanos del mundo. Cuando soplaba el viento o arreciaba la tormenta, todas las campanas del templo repicaban al unísono, produciendo una sinfonía que arrebataba a cuantos la escuchaban.Pero, al cabo de los siglos, la isla se había hundido en el mar y, con ella, el templo y sus campanas. Una antigua tradición afirmaba que las campanas seguían repicando sin cesar y que cualquiera que escuchara atentamente podría oírlas.Movido por esta tradición, un joven recorrió miles de millas, decidido a escuchar aquellas campanas. Estuvo sentado durante días en la orilla, frente al lugar en el que en otro tiempo se había alzado el templo, y escuchó con toda atención.Pero lo único que oía era el ruido de las olas al romper contra la orilla. Hizo todos los esfuerzos posibles por alejar de sí el ruido de las olas, al objeto de poder oír las campanas. Pero todo fue en vano; el ruido del mar parecía inundar el universo.Persistió en su empeño durante semanas. Cuando le invadió el desaliento, tuvo ocasión de escuchar a los sabios de la aldea, que hablaban con unción de la leyenda de las campanas del templo y de quienes las habían oído y certificaban lo fundado de la leyenda. Su corazón ardía en llamas al escuchar aquellas palabras… para retornar al desaliento cuando, tras nuevas semanas de esfuerzo, no obtuvo ningún resultado. Por fin decidió desistir de su intento. Tal vez él no estaba destinado a ser uno de aquellos seres afortunados a quienes les era dado oír las campanas. O tal vez no fuera cierta la leyenda. Regresaría a su casa y reconocería su fracaso. Era su último día en el lugar y decidió acudir una última vez a su observatorio, para decir adios al mar, al cielo, al viento y a los cocoteros.Se tendió en la arena, contemplando el cielo y escuchando el sonido del mar. Aquel día no opuso resistencia a dicho sonido, sino que, por el contrario, se entregó a él y descubrió que el bramido de las olas era un sonido realmente dulce y agradable. Pronto quedó tan absorto en aquel sonido que apenas era consciente de sí mismo. Tan profundo era el silencio que producía en su corazón…¡Y en medio de aquel silencio lo oyó! El tañido de una campanilla, seguido por el de otra, y otra, y otra… Y en seguida todas y cada una de las mil campanas del templo repicaban en una gloriosa armonía, y su corazón se vio transportado de asombro y alegría.

lunes, 26 de mayo de 2008

ACTO DE CONSAGRACIÓN ...


Santa Margarita María Alacoque
Me entrego y consagro al Sagrado Corazón de Nuestro Señor Jesús Cristo, mi persona y vida, acciones, penas y sufrimientos para que utilice mi cuerpo solo para honrar, amar y glorificar al Sagrado Corazón. Este es mi propósito definitivo, único, ser todo de Él, y hacer todo por amor a Él, y al mismo tiempo renunciar con todo mi corazón cualquier cosa que no le complace, además tomarte, Oh Sagrado Corazón, para que seas el único objeto de mi amor, el guardián de mi vida, mi seguro de salvación, el remedio para mis debilidades e inconstancia, la solución a los errores de mi vida y mi refugio seguro a la hora de la muerte.
Sé pues, Oh Corazón de Bondad, mi intercesor ante Dios Padre, y líbrame de su sabia ira। Oh Corazón de Amor, pongo toda mi confianza en Ti, temo mis debilidades y fallas, pero tengo esperanza en Tu Divinidad y Bondad। Quita de mí todo lo que esta mal y todo lo que provoque que no haga Tu Santa Voluntad, permite a Tu Amor puro a que se imprima en lo más profundo de mi corazón, para que yo no me olvide ni separe de Ti। Que yo obtenga de Tu amada Bondad la gracia de tener mi nombre escrito en Tu Corazón, para depositar en Ti toda mi felicidad y gloria, vivir y morir en bondad tuya। Amen.

domingo, 20 de abril de 2008

MENSAJE


ESTAMOS TRABAJANDO..... DISCULPEN LAS MOLESTIAS



TODO APORTE SERÁ BIEN RECIBIDO..... ESPERAMOS NOS ESCRIBAS EN NUESTRO FORO:




sábado, 19 de abril de 2008

Entra a nuestro Foro

Te esperamos en este sitio: http://groups.msn.com/ParroquiaSanPabloAntofagasta

CANTA IGLESIA


Señor queremos que mires tu, toda nuestra comunidad, en ella hay paz y belleza, amor y miseria y pecado también- Mira y acerca tu gracia, necesitamos oir tu voz, de tu Evangelio, con gozo nuevo y una esperanza en el corazón.

Canta Iglesia reunida aquí, es el Señor que te invita, a renovarte en la Fe y a ser en el mundo un testigo de amor.

Canta Iglesia y alza tu voz, en una sola alabanza, en una sola asamblea orante y alegre porque vive Dios.

Haz Señor que con tu espíritu, podamos también discernir; con fe mirar el futuro, sin miedo de poder fracasar.

Santa María la madre de la nueva Evangelización; ruega Señora, por los que sufren, por los que esperan en tu bondad.

Objetivo Parroquial 2008



"Ayudar a tomar conciencia a los agentes pastoral de nuestra parroquia, de lo que significa el envío de Dios en sus vidas para anunciar el evangelio a los más pobres y abandonados".




Lema Parroquial 2008




"Señor enséñanos a comunicarnos como familia parroquial"

martes, 8 de abril de 2008

La Familia



Les presento grupo de msn en donde tratamos todos los temas de la Familia.

COMO SER PADRES SE UNE A LA CAMPAÑA PREVENCIÓN DE DROGAS
Esperamos tus aportes!!!

"Tomémosno un minuto para hablar de nuestros hijos e hijas"




CONACE CHILE

DI NO A LAS DROGAS (ENTRA A NUESTRO FORO)

ASOCIACION COMUNAL DE CENTROS DE PADRES ANTOFAGASTA

lunes, 7 de abril de 2008

LA BIBLIA


La Biblia
La encontrarás Libro por Libro

LA BIBLIA

ANTIGUO TESTAMENTO


La coronilla de la divina misericordia




(se reza utilizando el rosario)



Jesús dijo a Sor Faustina (1, 197): Rezarás este rosario de la siguiente forma:
Primero, dirás un PADRENUESTRO, un AVEMARÍA y un CREDO.
Después, en las cuentas del Rosario correspondientes al PADRENUESTRO, dirás las siguientes palabras:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y de los del mundo entero.

En las cuentas del AVEMARÍA, dirás las siguientes palabras:

Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Para terminar, díganse tres veces estas palabras:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
(Tres de la tarde: hora de la misericordia)

Expiraste, Jesús, pero Tu muerte hizo brotar un manantial de vida para las almas y el océano de Tu misericordia inundó todo el mundo. Oh, Fuente de Vida, insondable misericordia divina, anega el mundo entero derramando sobre nosotros hasta Tu última gota. (IV, 59).
Oh, Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, manantial de misericordia para nosotros, en Ti confío. (1, 35).

Señor, ten piedad de nosotros.Cristo, ten piedad de nosotros. Señor, ten piedad de nosotros.Jesucristo, óyenos: Jesucristo escúchanos.Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros. Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros. Santísima Trinidad, que sois Un solo y verdadero Dios, ten piedad De nosotros.

*EN TÍ CONFIO

1.- Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido el mundo.*
2.- Jesús, Rey de Misericordia, por quien todas las cosas fueroncreadas.
*3.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado.
*4.-Jesús, Rey de Misericordia, que nos revelasteis el misterio de La Santísima Trinidad.
*5.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos manifestasteis la Omnipotencia de Dios.
*6.- Jesús, Rey de Misericordia, que te manifiestas en la creación de los espíritus celestiales.
*7.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos formasteis de la nada.
*8.- Jesús, Rey de Misericordia, que abrazas todo el universo.
*9.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos das la vida eterna.
*10.-. Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges del castigo merecido.
*11.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado.
*12.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes la justificación en el verbo encarnado.
*13.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes misericordia por Tus Santas llagas.
*14.- Jesús, Rey de Misericordia, que brota de Tu Santísimo Corazón.
*15.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos distes a la Santísima Virgen como Madre de Misericordia.
*16.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual has sufrido Tu encarnación, Pasión y Muerte.
*17.- Jesús, Rey de Misericordia, por medio de la cual ayudas a todos, en todas partes y siempre.
*18.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos has prevenido con Tus Gracias.
*19.- Jesús, Rey de Misericordia, la que nos has manifestado revelándonos los Misterios Divinos.
*20.- Jesús, Rey de Misericordia, la que manifestastes instituyendo Tu Santa Iglesia.
*21.- Jesús, Rey de Misericordia, que habiendo instituido los Santos Sacramentos, nos abristesLos torrentes de Tus Gracias.
*22.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con los Santos Sacramentos del Bautismo y de la Penitencia.
*23.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con la Santísima Eucaristía y el Sacerdocio
*24.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has llamado a Nuestra Santa Fe.
*25.- Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas por la conversión de los pecadores.
*26. Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas iluminando a los fieles.
*27.- Jesús, Rey de Misericordia, que la revelas por la santificación de los justos.
*28.- Jesús, Rey de Misericordia, que llevas a los santos a la cumbre de la santidad.
*29.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tus Santas llagas.
*30.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tu Santísimo Corazón.
*31.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres consuelo de los enfermos y afligidos.
*32.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el único consuelo de los corazones afligidos.
*33.- Jesús, Rey de Misericordia, que das esperanzas a las almas que se hallan en desesperación.
*34.- Jesús, Rey de Misericordia, que acompañas a todos los hombres siempre y en todas partes.
*35.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos colmas con el torrente de Tus Gracias.
*36.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el refugio de los moribundos.
*37.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el consuelo de las almas del purgatorio.
*38.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la Corona de todos los Santos.
*39.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el gozo celestial de los que se salvan.
*40.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la fuente inagotable de los milagros.
*41.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la salvación del mundo entero.
*Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.
Las Misericordias de Dios, son más grandes que todas sus obras.Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.

ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA

El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto. Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza.

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, en Ti confío.Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, humano o angélico, en Ti confío.Misericordia Divina, de donde brotan vida y felicidad, en Ti confío.Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas, en Ti confío.Misericordia Divina, abrazando todo el universo, en Ti confío.Misericordia Divina, que bajas a la tierra en la Persona del Verbo Encamado, en Ti confío.Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús, en Ti confío.Misericordia Divina, enclaustrada en el Corazón por nosotros, y especialmente por los pecadores, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en la institución de la Sagrada Hostia, en Ti confío.Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia, en Ti confío.Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.Misericordia Divina, en la justificación de nosotros por Jesucristo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de la vida, en Ti confío.Misericordia Divina, que nos abrazas, especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.Misericordia Divina, por quien recibimos el don de la inmortalidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, siempre a nuestro lado en cada instante de nuestra vida, en Ti confío.Misericordia Divina, escudo protector de las llamas infernales, en Ti confío.Misericordia Divina, por quien se convierte el pecador empedernido, en Ti confío.Misericordia Divina, que dejas atónitos a los ángeles; inasequible también a los santos, en Ti confío.Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria, en Ti confío.Misericordia Divina, manantial de felicidad y gozo, en Ti confío.Misericordia Divina, que de la nada nos trajiste a la existencia, en Ti confío.Misericordia Divina, que rodeas con Tus brazos toda obra de Sus manos, en Ti confío.
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios, en Ti confío.Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados, en Ti confío.Misericordia Divina, remanso de corazones, paz en la turbulencia, en Ti confío.Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.
Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.
Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza.
(11, 296-297).


miércoles, 27 de febrero de 2008

SAN PABLO


SAN PABLO

29 de junio
SAN PABLO
Apóstol. Año 67.
Las noticias acerca de la vida de este gran apóstol están contenidas en "Los Hechos de los Apóstoles" (Al final de la S. Biblia) y en las cartas del santo. Son verdaderamente interesantes.
Nació en la ciudad de Tarso, en el Asia Menor, quizás unos diez años después del nacimiento de Jesucristo. Su primer nombre era Saulo. Era de familia de judíos, de la tribu de Benjamín y de la secta de los fariseos. Fue educado en toda la rigidez de las doctrinas de los fariseos, y aprendió muy bien el idioma griego que era el que en ese entonces hablaban las gentes cultas de Europa. Esto le será después sumamente útil en su predicación.
De joven fue a Jerusalén a especializarse en Biblia como discípulo del sabio judío más famoso de su tiempo en esa época, Gamaliel.
Durante la vida pública de Jesús no estuvo Saulo en Palestina, por eso no lo conoció personalmente.
Después de la muerte de Jesús, volvió nuestro hombre a Jerusalén y se encontró con que los seguidores de Jesús se habían extendido mucho y emprendió con muchos otros judíos una feroz persecución contra los cristianos. Al primero que mataron fue al diácono San Esteban y mientras los demás lo apedreaban, Saulo les cuidaba sus vestidos, demostrando así que estaba de acuerdo con este asesinato. Pero Esteban murió rezando por sus perseguidores y obtuvo pronto la conversión de este terrible enemigo.
Saulo salió para Damasco con órdenes de los jefes de los sacerdotes judíos para apresar y llevar a Jerusalén a los seguidores de Jesús. Pero por el camino una luz deslumbrante lo derribó del caballo y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo ¿por qué me persigues?". Él preguntó: "¿Quién eres tú?- y la voz le respondió: "Yo soy Jesús el que tú persigues". Pablo añadió: "¿Señor, qué quieres que yo haga?" y Jesús le ordenó que fuera a Damasco y que allá le indicaría lo que tenía que hacer. Desde ese momento quedó ciego y así estuvo por tres días. Y allá en Damasco un discípulo de Jesús lo instruyó y lo bautizó, y entonces volvió a recobrar la vista. Desde ese momento dejó de ser fariseo y empezó a ser apóstol cristiano.
Después se fue a Arabia y allá estuvo tres años meditando, rezando e instruyéndose en la doctrina del cristianismo.
Vuelto a Damasco empezó a enseñar en las Sinagogas que Jesucristo es el Redentor del mundo. Entonces los judíos dispusieron asesinarlo y tuvieron los discípulos que descolgarlo por la noche en un canasto por las murallas de la ciudad. Muchas veces tendrá que salir huyendo de diversos sitios, pero nadie logrará que deje de hablar a favor de Cristo Jesús y de su doctrina.
Llegó a Jerusalén y allá se puso también a predicar acerca de Cristo, pero los judíos decidieron matarlo. Entonces los cristianos lo sacaron a escondidas de la ciudad y lo llevaron a Cesarea. De allí pasó a Tarso, su ciudad natal, y allá estuvo varios años.
Y un día llegó a Tarso en su busca su gran amigo, San Bernabé, y se lo llevó a la populoso ciudad de Antioquía a que le ayudara a predicar. Y en esa ciudad estuvo predicando durante un año, hasta que en una reunión del culto por inspiración divina, fueron consagrados sacerdotes Saulo y Bernabé, para ser enviados a misionar.
San Pablo hizo cuatro grandes viajes que se han hecho famosos. El primero ya lo narramos en la historia de San Bernabé su compañero (en el 11 de junio). En ese viaje cambió su nombre de Saulo por el de Pablo, en honor de su primer gran convertido, el gobernador de Chipre, que se llamaba Sergio Pablo.
El segundo viaje lo hizo de los años 49 al 52. En este recorrido ya es menos impulsivo que en el viaje anterior y encuentra menos reacciones violentas, pero estas no faltan y bastante graves. Visita las comunidades o iglesias que fundó en el primer viaje y se propone seguir misionando por el Asia Menor pero un mensaje del cielo se lo impide y le manda que pase a Europa a misionar. Se encuentra con dos valiosos colaboradores: el evangelista San Lucas (a quien llama "médico amadísimo") y Timoteo, que será su más fiel secretario y servidor, y a quien escribirá después dos cartas que se han hecho famosas.
La primera ciudad europea que visitó fue Filipos (en sueños oyó que un habitante de Filipos le suplicaba: "Ven a ayudarnos"). Allí le sacó el demonio a una muchacha que hacía adivinaciones y al acabárseles el negocio de los que cobraban por cada adivinación, estos arremetieron contra Pablo y su compañero Silas y les hicieron dar una feroz paliza. Pero en la cárcel a donde los llevaron, lograron convertir y bautizar al carcelero y a toda su familia. Pablo guardó siempre un gran cariño hacia los habitantes de Filipos y a ellos dirigió después una de sus más afectuosas cartas, la Epístola a los Filipenses.
Después pasó a la ciudad de Atenas, que era la más famosa en cuanto cultura y filosofía. Allá predicó un sermón en el Aerópago, y aunque muchos se rieron porque hablaba de que Cristo había resucitado, sin embargo logró convertir a Dionisio el aeropágita, a Dámaris y a varias personas más.
Enseguida pasó a Corinto, que era un puerto de gran movimiento de gentes. Allí estuvo predicando durante un año y seis meses y logró convertir gran cantidad de gentes. Más tarde dirigirá a sus habitantes sus dos célebres cartas a los Corintios. De allí salió a hacer su cuarta visita a Jerusalén.
Su tercer viaje lo hizo del año 53 al 56. En este viaje lo más notorio fue que en la ciudad de Efeso en la cual estuvo por bastantes meses, Pablo logró que muchas personas empezaran a darse cuenta de que la diosa Diana que ellos adoraban era un simple ídolo, y dejaron de rendirle culto. Entonces los fabricantes de estatuillas de Diana al ver que se arruinaba el negocio, promovieron un gran tumulto en contra del Apóstol. De Efeso partió Pablo hacia Jerusalén a llevar a los cristianos pobres de esa ciudad el producto de una colecta que había promovido entre las ciudades que había evangelizado. Por todas partes se iba despidiendo, anunciando a sus discípulos que el Espíritu Santo le comunicaba que en Jerusalén le iban a suceder hechos graves, y que por eso probablemente no lo volverían a ver. Esto causaba profunda emoción y lágrimas en sus seguidores que tanto lo estimaban.
En su quinto viaje a Jerusalén, los judíos promovieron contra él un espantoso tumulto y estuvieron a punto de lincharlo. A duras penas lograron los soldados del ejército romano sacarlo con vida de entre la multitud enfurecida. Entonces cuarenta judíos juraron que no comerían ni beberían mientras no lograran matar a Pablo. Al saber la hermana de él esta grave noticia, mandó un sobrino a que se la contara. Entonces Pablo avisó al comandante del ejército, y de noche, en medio de un batallón de caballería y otro de infantería, lo sacaron de Jerusalén y lo llevaron a Cesarea. Allá estuvo preso por dos años, pero permitían que sus discípulos fueran a visitarlo.
Al darse cuenta Pablo de que los judíos pedían que lo llevaran a Jerusalén para juzgarlo (para poder matarlo por el camino), pidió ser juzgado en Roma, y el gobernante aceptó su petición. Y en un barco comercial fue enviado, custodiado por 40 soldados. Y sucedió que en la travesía estalló una espantosa tormenta y el barco se hundió. Pero Jesucristo le anunció a Pablo que por el amor que le tenía a su muy estimado Apóstol no permitiría que ninguno de los viajeros del barco se ahogase. Y así sucedió. Lograron llegar a la Isla de Creta y allí salvaron sus vidas del naufragio.
Al fin llegaron a Roma, donde esperaban a Pablo con gran entusiasmo los cristianos. En esa ciudad capital estuvo por dos años preso (casa por cárcel) con un centinela en la puerta. Y los cristianos y los judíos iban frecuentemente a charlar con él, y aprovechaba toda ocasión que se le presentara para hablar de Cristo y conseguirle más y más seguidores.
Cuando estalló la persecución de Nerón, éste mandó matar al gran Apóstol, cortándole la cabeza. Dicen que sucedió el martirio en el sitio llamado Las Tres fontanas (y una antigua tradición contaba que al caer la cabeza por el suelo dio tres golpes y que en cada sitio donde la cabeza golpeó el suelo, brotó una fuente de agua).
San Pablo se ha hecho famoso por sus 13 cartas en las cuales enseña verdades valiosísimas acerca de nuestra Santa Religión. Allí se ve que era un "enamorado de Cristo y de su Santa Religión".
En su segunda Carta a los corintios, San Pablo narra así lo que le sucedió en su apostolado: "Cinco veces recibí de los judíos 39 azotes cada vez. Tres veces fue apaleado con varas. Tres veces padecí naufragios. Un día y una noche los pasé entre la vida y la muerte en medio de las olas del mar. Muchas veces me vi en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los judíos, peligros de los paganos, peligros en la ciudad, peligros en el campo, peligros en el mar, peligros por parte de falsos hermanos; noches sin dormir; días y días sin comer; sed espantable y fríos horrorosos; falta de vestidos para abrigarse, y además de eso, mi preocupación por todas las Iglesias o reuniones de creyentes. Quien se desanima, que no me haga desanimar. ¿Quién sufre malos ejemplos que a mí no me haga sufrir con eso"?.
Pablo, fervoroso Apóstol, un favor te pedimos al recordar tu fiesta de cada año: suplícale a Dios que te imitemos en tu inmenso amor a Jesucristo y en tu deseo impresionante de salvar almas. Que cada uno de nosotros pueda repetir aquella tu frase famosa: "Me desgasto y me desgastaré por el bien de las almas y por el Reino de Cristo Jesús".

AMOR OBLATIVO (VIDEO)

AMOR OBLATIVO VOZ : PADRE IGNACIO LARRAÑAGA